martes, 17 de diciembre de 2013

Pere de Son Gall, el mallorquín al que Juan de La Cierva robó los planos del Autogiro.

Hay una historia, no exenta de polémica acerca de la invención del Autogiro. Oficialmente, figura la patente a nombre de Juan de La Cierva y Codorniu, pero en el pueblo mallorquín de Lluchmajor opinan de manera muy distinta.

Cuentan, que allá por los años 20, un vecino de este pueblo, Pere Sastre Obrador, conocido entre los lugareños como Pere de Son Gall, había diseñado un aparato volador capaz de despegar verticalmente al que bautizó con el sonoro nombre de Cometagiroavión. Como no disponía de los medios necesarios para su construcción, se puso en contacto con el Ministerio de la Guerra para solicitar fondos por considerar que su invento podía ser de utilidad para fines militares. Tras solicitarle los planos, le contestaron que no veían que ese modelo pudiera servirles y desestimaron su solicitud, basándose también, en que no respaldaban proyectos firmados por alguien que no tuviera una carrera en la materia.

Hasta aquí, todo puede parecer una historia más de un sueño frustrado de un inventor, pero... 

Hay varios hechos que posteriormente hicieron pensar que pudo haber un plagio. El por entonces ministro de la Guerra, era un tal Juan de La Cierva y Peñafiel, cuyo hijo, al que todos conocemos, patentaría poco después un invento muy similar al del mallorquín. Esta patente, pareció hacerse con cierta prisa, ya que el aparato no podía despegar del suelo en el momento que se registró. Esto hace pensar, que quizá, tras rechazar el proyecto de Pere de Son Gall, Juan de La Cierva padre le dio los planos a su hijo que los utilizó para su propio diseño. No sería el primer caso ni el último de este tipo que se produce en nuestro país.

Es difícil saber, casi 100 años después, la verdad de toda esta historia. Es evidente, que tiene su parte de realidad; Pere de Son Gall existió, y trabajó durante toda su vida en la fabricación de un ingenio muy parecido al Autogiro, aunque se cree que más cercano a los actuales helicópteros. La parte que presenta más dudas es si su diseño es anterior al del murciano, y si efectivamente sus planos pudieron caer en manos de este. Desconozco el funcionamiento de la Oficina de Patentes y Marcas durante los años 20, pero me consta, que actualmente, es difícil que un invento llegue al ministro de Fomento, más bien la solicitud sería contestada por el funcionario de turno sin que el político titular de la cartera correspondiente llegase jamas a saber de la existencia de ese trámite. Esto hace pensar, en que las coincidencias antes nombradas, alimentasen una leyenda que con el paso de los años ha sido defendida como cierta por los que habían oído esta historia.

Por otro lado, los detractores de Juan de La Cierva, aseguran que hay testigos que vieron al ingeniero murciano trabajando con planos firmados por Pere de Son Gall e incluso que en algún lugar de Lluchmajor se guardan las cartas que cruzó el mallorquín con el por entonces ministro.

En cualquier caso, el de Pere Sastre Obrador no deja de ser un ejemplo inspirador de un hombre que puso todo su empeño en conseguir su sueño, aunque desafortunadamente no lograra su meta.

2 comentarios:

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    1. Porque Borras comentarios que podían dar luz a esta infamia militar.

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