Militar y aviador español, participó en la Guerra Civil en el bando nacional. Se le considera el máximo exponente de la Aviación española hasta la fecha.
En 1925, asiste al curso de Piloto
Militar
de avión, y una vez concluido, regresa destinado a Marruecos como piloto en el
Grupo de Melilla, tomando parte en numerosas acciones de guerra. Una vez
finalizada la Guerra de Marruecos, realizó el curso de piloto de hidroaviones, siendo después destinado a la
base de El
Atalayón (Melilla),
donde sufriría un grave accidente de vuelo el 24 de octubre de 1928.
Tras declararse la Segunda República, sería dado de baja en el arma
de Aviación y destinado al Batallón de Infantería de Montaña, Estella Nº 4. Destinado a Aviación nuevamente
un tiempo después, asistió a la Escuela de
Guadalajara
como profesor de vuelo.
Asciende a capitán en 1935 y es destinado al
Ministerio de la Gobernación y de allí como instructor a la Escuela de
Vuelo y Combate de Alcalá de Henares. Como experto piloto acrobático era frecuentemente invitado a
participar en concursos y festivales aeronáuticos.
Durante la Guerra Civil Española voló el Fiat CR.32, avión con el que conseguiría la mayoría de sus victorias. En diciembre de 1936, junto a Narciso Bermúdez de Castro y Julio Salvador Díaz-Benjumea, creó la Patrulla Azul, que tenía asignados tres Fiat
CR-32. A él se atribuye la creación del lema de la Unidad: "Vista, suerte y al toro".
Al finalizar la guerra, Joaquín
García-Morato había derribado 40 aviones enemigos comprobados y 12 probables,
había realizado más de 1.000 horas de vuelo, participado en 511 misiones de
guerra y luchado en más de 140 combates aéreos. Paradójicamente, el considerado
el piloto español más grande de todos los tiempos, murió ejecutando un
aterrizaje sencillo durante un vuelo de exhibición en el aeródromo de Griñón el
4 de abril de 1939, solo 3 días después de terminado el conflicto.