Cuando en 1919 Raymond Orteig ofreció un premio de 25.000 dólares al primer piloto que realizase un vuelo sin escalas de Nueva York a París, varios hombres se lanzaron al intento de la hazaña. Tuvieron que pasar 8 años para que un joven estadounidense llamado Charles Augustus Lindbergh consiguiera realizar la travesía.
Lindbergh había dejado sus estudios de ingeniería para formarse como aviador y trabajaba como piloto en aviones de correo. El 20 de mayo de 1927, despegó del aeródromo Roosevelt en Long Island para aterrizar 33 horas y media más tarde en Le Bourget, a las afueras de París. Para tal hazaña utilizó un avión monomotor Ryan NYP (un Ryan M2 modificado) al que había bautizado como Spirit of St. Louis.
Después de este logro realizaría el primer vuelo sin escalas entre Washington y México y exploraría las rutas hacia Asia a través del Pacífico. Colaboró con diversas compañías aéreas y durante la Segunda Guerra Mundial realizó alguna misión en el sur del Pacífico y en Europa a pesar de haberse manifestado contrario a la entrada de Estados Unidos en el conflicto.
Escribió varios libros llegando a ganar un Premio Pullitzer en 1954. Murió en Hawai en 1974.
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